Hacia un Chile circular
A principios de junio se organizó un foro de economía circular en Finlandia donde participaron decenas de chilenos, incluido Guillermo González, el Jefe de la Oficina de Economía Circular en Chile. Él también dio un discurso sobre Chile en rumbo a una economía circular.
¿Cómo encaramos la transición hacia una economía circular en un país como Chile? Un país de 17 millones de personas donde aún depositamos en vertederos o rellenos sanitarios el 96% de
nuestros residuos sólidos municipales. Donde nuestra economía se centra principalmente en la economía lineal, siendo la minería la actividad económica más relevante. Un país que tiene cerca de 200 kilómetros de ancho por más de 4.000 kilómetros de largo, extendiéndose desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia, es decir, lineal por su mera geografía. ¿Cómo volvemos a Chile circular?
Sabemos dos cosas. Primero, realmente no podemos imaginar muy bien cómo es ese Chile circular. Segundo, independientemente de cómo se ve ese Chile circular, nos llevará un par de décadas llegar allí, al menos. Nuestra administración estará en el Ministerio por unos tres años más. Entonces, ¿cómo hacemos esta transición que nos llevará al menos veinte años?
Estamos convencidos de que necesitamos que todos los actores se involucren en consensuar lo que significa esta transformación. Desde el Ministerio del Medio Ambiente estamos liderando esto, trabajando de la mano con el Ministerio de Economía, Corfo y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, puesto que esto no solo es parte de una agenda de sostenibilidad, sino que también es parte de una agenda de competitividad de nuestro país. Pero también necesitamos a todos los otros actores clave: empresas, academia y sociedad civil. Por ello, nos estamos preparando para elaborar una Hoja de Ruta de Economía Circular para Chile en el segundo semestre de este año.
Cuando le planteamos esta idea a la Ministra Carolina Schmidt, ella nos dijo: “Es una gran idea, necesitamos hacerlo y debemos hacerlo realmente bien. Pero tenemos que invitar a todos los actores con un objetivo concreto, una meta cuantitativa, para no solo hablar de ideas”. Nos tomamos varias semanas para analizar los diferentes indicadores. Este es uno de los desafíos pendientes en este ámbito; todavía no tenemos una buena métrica de circularidad. Así que por mientras volvimos al indicador tradicional de residuos y llegamos a la meta de la Unión Europea. Ellos han planteado llegar a un mínimo de 65% de reciclaje y un máximo de 10% yendo a rellenos sanitarios para 2035. Nosotros no vemos factible llegar a esas tasas en ese año, pero nos propusimos el desafío de alcanzarlas al año 2040.
Estamos convencidos de que para alcanzar esa ambiciosa meta tenemos que generar discusiones de políticas públicas de marca mayor. El segundo semestre de este año tendremos el proceso participativo de esta hoja de ruta donde esperamos tener estas discusiones con todos los actores.
Por último, Chile acogerá la COP25 en diciembre de este año. Una de las palabras más relevantes de esa cumbre será “ambición”. Necesitamos ser más ambiciosos para cumplir con el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento. No solo porque la economía circular es parte fundamental de la acción climática, es que estamos convencidos de que necesitamos tener el mismo nivel de ambición en esta hoja de ruta. Lo hemos hecho en el pasado, tuvimos una estrategia energética para 2050, consensuada entre todos los actores, y en pocos años nos convertimos en uno de los líderes mundiales en energías renovables, solar y eólica. Estamos seguros de que podemos hacer lo mismo en la transformación de Chile a una economía circular
Guillermo González
Jefe Oficina de Economía Circular,
Ministerio del Medio Ambiente